Un puente hecho con troncos de madera colocados horizontalmente y atados unos a otros. Su anchura sólo permite el paso de una persona. Ahora dos grandes personalidades intentan atravesar y no logran hacerlo. Ninguno de los dos está listo para ceder el lugar al otro. Ambos quieren cruzar al mismo tiempo. El puente se derrumba y caen al agua. Momentos después, aparece el mismo puente de manera diferente. Los troncos de madera puestos horizontalmente al inicio, ahora están de manera vertical y facilitan caminar con seguridad.
Cuando nos tranquilizamos, algo nuevo surge.
Este segundo día del encuentro europeo fue un nuevo despertar para mí. En toda cultura hay algo bonito. Nuestra mente debe estar abierta para aceptar la belleza del otro. Entonces la propia cultura se vuelve más bonita, y a veces hasta parece algo nuevo.
Philo Pazhooruparambil