Hermana Sally y yo, estuvimos con las Hermanas de San José de la Diócesis de Handan, en el periodo de 22 de mayo a 2 de junio. De las 36 Hermanas, participaron 33 de los encuentros formativos sobre la Vida Consagrada. Actualmente ellas están organizadas en 4 comunidades, reconocidas como Comunidad Central (22 Hermanas), Comunidad de la Clínica (3 Hermanas), Comunidad Parroquial (2 Hermanas), Centro de Espiritualidad (4 Hermanas) y 2 están, esporádicamente, viviendo solas por motivos de estudios y misión, pero tienen como referencia a la Comunidad Central. Las Hermanas están ampliando los espacios de trabajo como forma de subsistencia. Además de las actividades pastorales y de la Clínica (Salud), ellas comenzaron a actuar en el área de educación y en agencias de turismo, acompañando y dirigiendo peregrinaciones a lugares sagrados. Como es de conocimiento, ellas no pueden revelar su identidad religiosa para poder trabajar en estos espacios.
Todas expresaron su alegría y satisfacción por el acompañamiento que estamos dando a ellas. Sentimos que están creciendo como mujeres consagradas.
La situación política de la China no es favorable al desenvolvimiento de actividades que promuevan los valores cristianos y la expresión de la fe. La comunicación es difícil por causa del control del Estado. Pero, aprendimos que en algunos Estados o Departamentos de la China, el sistema comunista no es tan incidente. En Handan, por ejemplo, las Hermanas y los padres que hacen parte de la Iglesia clandestina, tienen, aún, facilidad de estar junto al pueblo, junto a los jóvenes, las familias, etc. Para evangelizar. En la mayoría de los otros Estados/Departamentos, la Evangelización, inclusive el ingreso a templos y participación en cultos o celebraciones, es prohibido para menores de 18 años.
Ellas y nosotras vamos haciendo camino de discernimiento para ver qué tipo de asociación o trabajo mancomunado es conveniente, en este momento de la historia.
Hna. Ieda María Tomazini
