Todos los años, el Consejo Administrativo de Solidaridad con Sudán del Sur, se reúne en Roma, con la finalidad de evaluar las actividades desarrollada en Sudán del Sur y rever, implementar e incrementar las líneas de Acción contenidas en el Plan Estratégico vigente desde el año 2015. Este año el evento se realizó en la casa General de los de la Salle, de 16 al 20 de abril.

La Solidaridad con Sudán del Sur es un proyecto que reúne la “Pasión por Cristo y la Pasión por la Humanidad” y expresa la colaboración de Institutos Religiosos masculinos y femeninos, miembros de la UISG e Iglesia de Sudán del Sur, que trabajan en red con la Conferencia de los Obispos sudaneses.

El objetivo inicial de la Solidaridad con Sudán del Sur objetiva crear programas autosustentables en el área de educación, de la salud y de la pastoral, con la finalidad de ayudar y capacitar al pueblo Sur Sudanés a construir una sociedad justa y pacífica.

La solidaridad está haciendo todo lo que puede a través de los programas y de la colaboración de trabajadores humanitarios, para auxiliar en el proceso de la curación de traumas, de construcción de reconciliación y paz. Los miembros de Solidaridad enfrentan condiciones desafiadoras constantes y crecientes en las tres áreas, debido a la guerra civil que continua causando un gran impacto en la vida del pueblo de este joven país: hambre, violencia, miedo, odio, suicidio, abusos sexuales, ignorancia, deserción escolar, desesperanza, …

La presencia religiosa en este contexto es profética por naturaleza. El Obispo Sur sudanés, Herculano repetidamente afirmaba: “Aunque la realidad sea conflictiva y peligrosa, la Vida Religiosa, al estilo del proyecto de Solidaridad es un buen lugar para el estar de la Vida Religiosa. La vida Religiosa está ayudando a crear un modelo eclesial para la Iglesia. Es único”. Las comunidades son formadas por padres, Hermanas, Hermanos, Laicos y Laicas. Es fuerza y sustento para la comunidad el compartir la vida, la fe, las diversas inserciones, la pasión de estar sirviendo a Cristo en la persona de los más pobres, indefensos y sufridos. Lo que une a los miembros es el Evangelio y la riqueza está en el compartir los dones de los Carismas Congregacionales, los talentos individuales y en la fuerza de la comunidad. No se trata aquí de la interculturalidad, sino de lo que se vive en lo cotidiano de la vida y lo que esto implica.

Son muchas las necesidades: capacitar educadores, preparar enfermeras y enfermeras, escuchar y ayudar a curar las heridas causadas por los abusos sexuales y de otras formas de violencia, preparar catequistas, animadores de liturgias, trabajar con jóvenes, enseñar Teología, etc. Algunos requisitos son importantes, pero no excluyentes. ¡Es preciso saber inglés!

A veces la página web de la Solidaridad https://www.solidarityssun.org/ y vea cuánta riqueza se está compartiendo y las razones de un ser un bello lugar para el estar de la Vida Religiosa.

Hna. Ieda Tomazini