Madina Moroña Suárez. Nacida en San Joaquín el 10 de mayo de 1973 – Profesión de los Primeros votos: 27 de febrero de 1994
Eu tenho a idade indicada pelo meu cabelo e minha pele. Nasci durante um tempo de vento forte, me banhei com água fresca e cresci pisando nos cascalhos e terra vermelha. Me alimentei com leite de vaca, vacaba leite, tamale, passoca, locro, pacu, churrasco, payuje, gallinazo, sucumbé (gemada) e todas as delícias que esta terra abençoada dá a seus filhos. Andei em estradas, trilhas e poças que deixaram vestígios em mim. Corri pelas ruas vermelhas do meu lendário, espancado e SEMPRE RENOVADO San Joaquin de Aguas Dulces.
Minha missão é agradecer, sorrir, amar, elogiar, servir, compartilhar e confiar. Esta foi oficialmente selada em 27 de fevereiro de 1994, quando professei publicamente a dedicar minha vida para seguir a Cristo na vida religiosa como Irmã de São José de Chambéry, assumindo alegremente o desafio de viver, em cada momento, a graça da comunhão. A comunhão é graças e desafio, que é construído com a ajuda dos próximos, família, Irmãs da Congregação, comunidade eclesial. Eu me abrigo sob a luz do Espírito Santo, a proteção de Nossa Mãe, a Virgem Maria e seu esposo, o justo São José.
Os grandes dons que herdei, com a graça de Deus, guardo e os exponho como responsabilidade para com você, quem os transmitiu para mim. De meus pais, irmãos e parentes: amor, confiança, bondade, generosidade, justiça, fé, discrição, alegria, dignidade e perdão. De meus vizinhos: amor, cuidado, proteção, respeito e acolhida. Do meu povo: hospitalidade, coragem, simplicidade e organização. De meus colegas: união, cumplicidade criativa, amizade sincera e solidariedade. De meus professores: disciplina, dedicação e compreensão. Das Irmãs de São José de Chambéry minhas Irmãs da Congregação: amor à Sagrada Eucaristia e ao querido próximo, cordial caridade, reconciliação, fidelidade, perseverança em seguir a Jesus Cristo e fazer tudo pelo bem maior glória de Deus. Dos Jovens: entusiasmo, alegria, a travessura, e energia de sonhar com algo novo e refrescante. Dos estudantes: rebeldia saudável e muitas vezes arrogante, para empreender o diferente. Um lápis e um papel para escrever a insignificante história deste indigno seguidor do Senhor. História cheia de fragilidade que se fortaleceu em gratidão e confiança no Deus da Vida que move tudo, tudo transforma e enobrece.
Os sentimentos mais nobres são expressos com as melhores palavras, meu pai costumava dizer. Eu assumi isso e guardei no lado esquerdo do peito. A fragilidade e a dor me fizeram, pela graça de Deus, forte, livre, feliz, grata, solidária e prestativa. Porque "eu posso fazer tudo naquele que me fortalece". É por isso que eu posso dizer:
"Aqui estou, Senhor, para fazer a sua vontade." Hb 10,7
"Isto é o que eu sou Senhor. Mas me faça como você quer que eu seja"
Espanhol
Madina Moroña Suárez. Nascida em San Joaquín, Bolívia, em 10 de maio de 1973 . Profissão dos Primeiros Votos em 27 de fevereiro de 1994.
Tengo la edad que señalan mis cabellos y mi piel. Nací durante un surazo de la época, me bañé con agua dulce y crecí pisando el ripio y la tierra colorada. Me alimenté con leche de vaca, leche de vacaba, tamal, pasoca, locro, pacú, churrasco, payuje, gallinazo, sucumbé y todas las delicias que esta bendita tierra da a sus hijos.
Anduve por carreteras, senderos y charcos que dejaron huellas en mí. Corrí por las calles coloradas DE MI legendario, golpeado Y SIEMPRE RENOVADO San Joaquín de Aguas Dulces.
Mi misión es agradecer, sonreír, amar, alabar, servir, compartir y confiar. Esto se concretó oficialmente un 27 de febrero de 1994, cuando profesé públicamente que dedicaría mi vida al seguimiento de Cristo, en la Vida Religiosa, como Hermana de San José de Chambery, asumiendo con alegría el reto de vivir en cada instante, la gracia de la Comunión. La Comunión es gracias y desafío, que se construye con la ayuda de los cercanos, Familia, Hermanas de la Congregación, comunidad eclesial. Me resguardo bajo la luz del Espíritu Santo, el amparo de Nuestra Madre la Virgen María y su justo esposo San José.
Las grandes dotes que heredé, con la gracia de Dios, las conservo y las expongo como rendición de cuentas a ud. que me las transmitió: De mis padres, hermanos y familiares: el amor, la confianza, la bondad, la generosidad, la justicia, la fe, la discreción, la alegría, la dignidad y el perdón; De mis vecinos: el cariño, el cuidado, la protección, el respeto y la acogida; De mi pueblo: la hospitalidad, la valentía, la sencillez y la organización; De mis compañeros de colegio: la unidad, la complicidad creativa, la amistad sincera y la solidaridad; De mis maestros: la disciplina, el esmero y la comprensión; De las Hermanas de San José de Chambery - mis Hermanas de Congregación: el amor a la Sagrada Eucaristía y al querido prójimo, la cordial caridad, la reconciliación, la fidelidad, la perseverancia en el seguimiento a Jesucristo y el hacer todo para la mayor gloria de Dios; De los Jóvenes: el entusiasmo, la alegría, la picardía y la energía de soñar con algo nuevo y renovador; De los estudiantes: la rebeldía sana y muchas veces arrogante, para emprender lo diferente. Un lápiz y un papel para escribir la insignificante historia de esta indigna seguidora del Señor. Historia llena de fragilidad que se ha fortalecido en la gratitud y en la confianza en el Dios de la Vida que todo lo mueve, todo lo transforma y lo ennoblece; Los sentimientos más nobles se expresan con las mejores palabras, solía decir mi padre. Eso lo asumí y lo guardo en el lado izquierdo del pecho; La fragilidad y el dolor, me hicieron por la gracia de Dios: Fuerte, libre, alegre, agradecida, solidaria y servicial. Porque “Todo lo puedo en aquel que me fortalece”. Por eso puedo decir:
“Heme aquí Señor, para hacer tu voluntad”. Heb 10,7
“Esto es lo que soy Señor. Pero Hazme como Tú quieres que sea”
